Ansiedad y Obesidad

La Conexión Inesperada

Dra. Lucia Del Valle Diaz

8/28/20251 min read

woman with messy hair wearing black crew-neck t-shirt holding spoon with cereals on top
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Ansiedad y Obesidad: La Conexión Inesperada

La obesidad, una condición multifactorial, a menudo se relaciona con la ingesta excesiva de alimentos. Este consumo calórico desmedido lleva a un aumento de la grasa corporal, lo que eleva el riesgo de problemas de salud. Factores clave como el sedentarismo, el estrés crónico, la ansiedad y la falta de energía (a menudo por un sueño deficiente) contribuyen a este ciclo.

La Alimentación Emocional

Para muchas personas, la comida se convierte en un refugio, un medio para encontrar satisfacción y alivio emocional. Esto ocurre a pesar de que son conscientes de las consecuencias negativas para la salud. Los estudios demuestran que alrededor del 40% de las personas aumentan su ingesta calórica cuando experimentan episodios de estrés y ansiedad.

El Impacto del Estrés en el Cuerpo y la Mente

El estrés crónico y la ansiedad no son solo problemas mentales; provocan una respuesta fisiológica en el cuerpo. Cuando estos estados se mantienen a lo largo del tiempo, afectan funciones corporales vitales, incluyendo la producción de hormonas. En particular, se observa un aumento en la liberación de cortisol (conocido como la "hormona del estrés") y dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa.

Neurociencia y Nutrición: La Solución desde el Cerebro

Gracias a los avances en la neurociencia, ha surgido una rama de estudio dedicada a la relación entre la alimentación y el cerebro. El objetivo es regular y optimizar la función cerebral a través de la nutrición. Ahora sabemos que ciertos nutrientes pueden modificar las funciones del sistema nervioso al influir en los neurotransmisores.

Por ejemplo, al regular la producción de dopamina y serotonina, es posible mejorar los niveles de estrés y ansiedad. Esto, a su vez, conduce a un mejor estado de ánimo, mayor bienestar emocional, más motivación y, crucialmente, un mejor control del apetito.